jueves, 29 de enero de 2015

Las motos y otros amores que matan

"Cuando me subo a la moto me desconecto del resto del mundo, solo existimos la carretera, mi moto y yo"

Damián a lomos de su Harley / Karla Hernández Díaz
Damián Afonso Delgado, es un tinerfeño de 28 años de edad que tiene una gran pasión, el mundo de las motos. Es un auténtico forofo de las dos ruedas, cuida a su Harley Davidson como a una hija y no puede estar un solo día sin “sacarla a pasear”. Su pasión por estos vehículos le viene de familia, y soñaba con tener una desde que era muy pequeño. 


1). ¿Cuándo comienza tu interés por las motos?

2). ¿Qué moto tienes ahora?

3). ¿Con qué frecuencia la utilizas?

  
4). ¿Qué atractivo le ves a estos vehículos?

  
5). ¿Es seguro montar en moto?



6). ¿Alguna vez has tenido un susto?
 

Y como Damián, en España hay cientos de personas que le profesan un amor incondicional a las motos, bien porque tienen una o bien porque la desean. Según las últimas cifras, solo en 2014 en España se han matriculado 110.396 motos. Un dato que no sorprende, ya que basta con salir a la calle para comtemplar ejemplos como estos. 


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Ya sean motos custom o normales, estos atractivos vehículos de dos ruedas comparten una característica común de la que muchos no son conscientes, y es que las motos son amantes realmente peligrosas. En todos los sentidos el conductor va más expuesto a los elementos del entorno cuando está a lomos de una moto, pero el peligro que le asecha tiene una doble vertiente. 

Los accidentes

Según datos de la Dirección General de Tráfico, en 2013 murieron en España 1.128 personas en la carretera, de las que 188 iban en moto. Esta cifra hace referencia exclusivamente a los fallecidos, no a todos los que tuvieron algún tipo de accidente. Sin embargo, es preciso destacar que el número de muertos en general descendió con respecto a 2012, y sin embargo, el de motoristas aumentó. Aunque, según el estudio del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) y Montesa-Honda de 2013, el 53% de los accidentes de moto son ocasionados por malas prácticas de otros vehículos. En lo que va de año ya han muerto 9 motoristas.

La gravedad de un accidente en moto está condicionada por múltiples factores externos, que provocarán diferentes resultados en cada ocasión. Algunos de ellos son la intensidad y velocidad que se lleve en el momento del accidente, el material y la equipación de seguridad de la que disponga el conductor, la intervención de otros vehículos en el siniestro, que el motorista salga despedido o que colisione contra algún elemento del mobiliario urbano. Todos estos aspectos van a influir en la gravedad, tipo de fracturas y lesiones. Ya que, por ejemplo, una caída a baja velocidad puede provocar solo heridas leves mientras que si la velocidad es mayor, se sufrirán daños más importantes.

Por este motivo, las consecuencias de los accidentes se pueden dividir en dos grandes grupos. El primero es el de las lesiones leves, de las cuáles las más comunes son la abrasión cutánea y las contusiones menores, se caracterizan por no comprometer la vida del motorista y por requerir menos tiempo de convalecencia. Por otro lado, están las más graves.


Hay una norma universal de cómo se debe proceder en un caso de accidente de moto. Los expertos aconsejan no manipular a los motoristas accidentados y esperar a que los servicios sanitarios efectúen esta labor, a menos que la persona se encuentre en algún caso de riesgo extremo como peligro de ahogamiento o cercanía a una explosión. En el resto de las situaciones queda terminantemente prohibido, ya que el más leve movimiento podría producir graves lesiones no intencionadas.

Y aunque los accidentes son las situaciones más graves que pueden vivir los motoristas, no son las únicas que afectan a su salud. Si usted tiene una moto y no ha tenido ningún susto de este tipo, no baje la guardia, le sorprendería saber que hay otro tipo de lesiones a las que no les hace falta un accidente para manifestarse.

Las lesiones que no avisan

Pueden llegar a complicarse si no se atajan a tiempo, pero el problema es que la mayoría de personas no saben que el peligro no está solo en sufrir un accidente. Con el simple hecho de montar en moto el conductor ya está comprometiendo de alguna forma su salud, dado que los esfuerzos y posturas necesarios para la manipulación de estos vehículos van pasando factura día tras día.

Entre las lesiones de uso de moto más comunes encontramos por ejemplo, el dolor lumbar, el dolor cervical, el síndrome del túnel carpiano, síndrome compartimental, la citalgia, la epiconditis o la sobrecarga en trapecios.


Problemas que tienen más riego de aparecer con algunos modelos de motos específicos


Si no se cuidan las posturas, algunas de estas dolencias pueden llegar a convertirse en permanentes y dificultar seriamente la vida al dar lugar a patologías crónicas. Para evitarlo existen algunos consejos muy simples, pero también muy efectivos que se pueden seguir.


Se corren muchos riesgos al subir a una moto, ya que no solo influye la conducción del propio usuario, sino también de las del resto de conductores que, con un turismo, pueden hacer mucho daño al motorista. Pero a pesar de todas las contraindicaciones, los amantes de las motos dicen que la sensación de libertad es indescriptible y que ya, solo por eso, vale la pena...

Damián Afonso en su moto / Karla Hernández

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