Generalmente se trata de recuperar modelos antiguos y ponerle prestaciones actuales, para conseguir autos funcionales y con mucha personalidad. Es lo que se conoce como Hot Rod, una práctica que comenzó allá por los años 20 en California (Estados Unidos), aunque cobró especial importancia en la etapa inicial de los años 40. En principio se identificaba este movimiento con la clase baja blanca, pero que con el paso del tiempo se fue generalizando al resto de la sociedad, llegando a tener espacio en los medios de comunicación y difusión. A sus conductores se les llamaba rodders, vestían con chaquetas de cuero, les gustaba el Rock and Rool y, en sus inicios, eran famosos por celebrar carreras clandestinas con sus creaciones. Ya en los años 60 era muy común que la sociedad americana se dedicara a modificar sus coches.
Esta tradición llega hasta nuestros días todavía con fuerza. Para hacernos una idea no hay más que comprobar la oferta televisiva que existe con esta temática. Uno de los ejemplos más paradigmáticos es Fast N' Loud de Discovery Max. En este espacio sus protagonistas, Richard Rawlings y Aaron Kaufman, restauran coches antiguos para luego venderlos. Es uno de los programas más vistos de la cadena con una media de 256000 espectadores y un 1,9% de share. Aquí os dejamos un fragmento del programa.
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